24 de marzo de 1976 – 24 de marzo de 2007: Hay un antes y un después

Marzo, 2007 . Hay una cita impostergable. No se puede no estar, ni desde lo simbólico ni desde lo concreto. Parecería que todo se hubiera escrito y dicho sobre esta fecha en Argentina; desde lo histórico, desde lo académico, desde lo político, desde lo poético, desde lo visual... 31 años da lugar a multiplicidad de creaciones y elaboraciones, y de traslaciones, transferencias, transformaciones, mutaciones, evoluciones, involuciones, defunciones, defecciones, excepciones, estallidos, permanencias, eclipses ...

Un fecha que golpeó a la médula de aquel brillante argentum, y la hizo trizas. Y esas trizas se esparcieron como pedacitos de espejos... se han contado en 30.000 esa suerte de lunas fundantes.

Estamos mirando de frente al 24 de marzo de 1976. Y esa fecha continua disparando la barbarie, despojando las caras y caretas del sistema que garantiza la salud del capital con tratamientos continuados para la buena salud, placebos si alguna corriente de aire en forma de huelga le altera, o medidas paliativas si los síntomas se agudizan, y por supuesto, tratamientos de choque cuando puede agravarse el cuadro en una seria anomalía. Pero el putrefacto sistema que se alimenta de expropiar el trabajo, la fuerza de trabajo, y trocar todo en mercancía y todo aquello que no tenga esta categoría o la posibilidad de adquirirla o transformarse en ella misma, o algo que puede generar un traspiés a los dueños y señores, es fulminantemente excluido, expulsado del circuito retroalimentador con los métodos que sean, y, si estos producen la eliminación de miles de seres humanos, pues para ello ha sido formado uno de los pilares garantizadores del mantenimiento: las fuerzas armadas, con el concurso y colaboración necesarias de los otros pilares de la camaleónica hidra.

El 24 de marzo de 1976, fue el zarpazo más cruel que conocimos, vivimos, desaparecimos, resistimos, y sobrevivimos (...)

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