Los organismos de derechos humanos tienen que tener la
independencia gubernamental que legitime realmente el sentido de la defensa de
los mismos y que jamás puede estar trazado por ningún funcionario ni dirigido
por ningún cargo político gubernamental. Los derechos humanos no pueden estar
encorsetados jamás ni en líneas políticas partidarias, ni en subvenciones, ni
en edificios cedidos espuriamente para la resignificación de los centros clandestinos detención tortura y exterminio. Los
derechos humanos los portan lxs luchadorxs.
Queda precisar que desde la calle, desde el
reclamo popular, se seguirá exigiendo la anulación de la doctrina Chocobar, de
la ley antiterrorista, el uso de las pistolas Táser, por la libertad de lxs
presxs por luchar, que tanto el presidente como el coro de acólitos, negaron, y por supuesto por la INMEDIATA APERTURA de los ARCHIVOS DE LA DICTADURA, con la que se resolverá casi automáticamente qué pasó con nuestros 30.000 compañerxs
en manos de las fuerzas genocidas con la complicidad activa de socios civiles,
empresariales, etc. La apertura pública y desclasificación total de los
archivos permitirá asimismo saber dónde están lxs nietxs que aún faltan por
recuperar y quiénes se apropiaron de ellxs. No es una cuestión de puertas, es
una cuestión de voluntad política inmediata para romper el candado de impunidad
que permitieron todos los gobiernos post dictatoriales guardando los secretos
de los genocidas.
Asimismo, la reforma judicial que se reclama es la que
no cargue, como lo hace hasta el presente, la responsabilidad de llevar a cabo
los juicios de lesa humanidad, en las espaldas de lxs sobrevivientes: debe ser
competencia y empeño de los tribunales que faciliten el enjuiciamiento y
condena de los verdugos, con medidas procesales acorde a los aberrantes delitos
cometidos, cuya naturaleza no tolera las libertades domiciliarias y otros
beneficios carcelarios.
Por último, repudiamos que el papa Bergoglio tenga
preparados unos souvenirs para los genocidas encarcelados. Parece que el
presidente Fernández en su próxima visita, será quién traerá tan llamativo y
fariseo regalo.
Y ahora sí finalmente, lxs 30.000 detenidxs
desaparecidxs no eran todxs peronistas como obscenamente repiten. No señorxs,
no. Es el negacionismo y la manipulación que ya conocimos en otros tiempos. La
historia de los años setenta no puede ser talada por ningún interés partidario;
no les pedimos la generosidad de incorporar a todxs lxs militantes de las
diferentes organizaciones y partidos que luchaban por un mundo mejor, por el
socialismo, pero sí hay que decir alto y claro, que hay que reivindicar a todxs
y cada unx respetando sus señas identitarias, porque lxs 30.000 nos constituyen
en mejores.
Ojalá el conocimiento de ello también abarque a lxs
ignorantes y negadorxs.