Precisión de palabras y conceptos. Precisión de políticas.

Recientemente el presidente Fernández ha tenido una reunión con “organizaciones de derechos humanos”. Es indispensable precisar las denominaciones, ya que todos los asistentes a la misma, son parte del arco político del Frente de todos, es decir que sin hilar muy fino, a la simple vista de las imágenes difundidas profusamente en diferentes medios de comunicación, el presidente Fernández tuvo una reunión con sus comisiones políticas partidarias que abordan los temas de los derechos humanos, que continúan en la invocación de la violación de los derechos humanos durante la dictadura y  no por  la vigencia y respeto que en la actualidad debería profundizarse.


Las precisiones saltan a la vista, faltan organismos y organizaciones, y no me refiero a las pro Fernández y Fernández, sino a aquellas entidades que lejos de institucionalizar los reclamos en apoyos incondicionales y, de una Argentina ahora feliz, continúan en las calles en la protesta social contra todos los abusos y desmanes de las fuerzas represivas del Estado. Se han acumulado en los gobiernos post dictatoriales numerosos y dolorosos atropellos que han ido marcando en la historia y en la memoria de nuestro pueblo, heridas abiertas: Darío y Maxi, Jorge Julio López, Santiago Maldonado, Rafael Nahuel, Luciano Arruga, y todas las víctimas del gatillo fácil, las víctimas del feminicidio, las víctimas de la trata., etc.
Los organismos de derechos humanos tienen que tener la independencia gubernamental que legitime realmente el sentido de la defensa de los mismos y que jamás puede estar trazado por ningún funcionario ni dirigido por ningún cargo político gubernamental. Los derechos humanos no pueden estar encorsetados jamás ni en líneas políticas partidarias, ni en subvenciones, ni en edificios cedidos espuriamente para la resignificación de los centros clandestinos detención tortura y exterminio. Los derechos humanos los portan lxs luchadorxs.
Queda precisar que desde la calle, desde el reclamo popular, se seguirá exigiendo la anulación de la doctrina Chocobar, de la ley antiterrorista, el uso de las pistolas Táser, por la libertad de lxs presxs por luchar, que tanto el presidente como el coro de acólitos, negaron, y por supuesto por la INMEDIATA APERTURA de los ARCHIVOS DE LA DICTADURA, con la que se resolverá casi automáticamente qué pasó con nuestros 30.000 compañerxs en manos de las fuerzas genocidas con la complicidad activa de socios civiles, empresariales, etc. La apertura pública y desclasificación total de los archivos permitirá asimismo saber dónde están lxs nietxs que aún faltan por recuperar y quiénes se apropiaron de ellxs. No es una cuestión de puertas, es una cuestión de voluntad política inmediata para romper el candado de impunidad que permitieron todos los gobiernos post dictatoriales guardando los secretos de los genocidas.
Asimismo, la reforma judicial que se reclama es la que no cargue, como lo hace hasta el presente, la responsabilidad de llevar a cabo los juicios de lesa humanidad, en las espaldas de lxs sobrevivientes: debe ser competencia y empeño de los tribunales que faciliten el enjuiciamiento y condena de los verdugos, con medidas procesales acorde a los aberrantes delitos cometidos, cuya naturaleza no tolera las libertades domiciliarias y otros beneficios carcelarios.  
Por último, repudiamos que el papa Bergoglio tenga preparados unos souvenirs para los genocidas encarcelados. Parece que el presidente Fernández en su próxima visita, será quién traerá tan llamativo y fariseo regalo.
Y ahora sí finalmente, lxs 30.000 detenidxs desaparecidxs no eran todxs peronistas como obscenamente repiten. No señorxs, no. Es el negacionismo y la manipulación que ya conocimos en otros tiempos. La historia de los años setenta no puede ser talada por ningún interés partidario; no les pedimos la generosidad de incorporar a todxs lxs militantes de las diferentes organizaciones y partidos que luchaban por un mundo mejor, por el socialismo, pero sí hay que decir alto y claro, que hay que reivindicar a todxs y cada unx respetando sus señas identitarias, porque lxs 30.000 nos constituyen en mejores.
Ojalá el conocimiento de ello también abarque a lxs ignorantes y negadorxs.