Octubre 2007. En el Hospital Nacional de Parapléjicos, Miwa Buene, rehuye la mirada, no quiere hablar. En el Hospital Nacional de Parapléjicos en Toledo, Miwa Buene, congoleño, economista, 42 años, se resigna, se adapta, se resiste, a su nuevo cuerpo interrumpido el día en que recibió el brutal golpe dado en la espalda por Roberto Alonso de la Varga quién no dejó de proferir insultos racistas y xenófobos. El agresor racista está en libertad, e inexplicablemente no se le tomó declaración a Miwa Buene hasta pasados varios meses.
Una chica ecuatoriana de 16 años ha sido víctima de una brutal agresión racista en Barcelona. El ataque se produjo en un tren. Sergi Xavier M., de 21 años, embistió a una menor sudamericana que viajaba sola. Sin dejar de hablar en ningún momento por el teléfono móvil, empezó a insultar y golpear con una violencia desmedida a quien sólo apretujaba su terror contra el cristal de la ventanilla. El machismo, el racismo, la xenofobia, quedaron registrados en imágenes en la cámara de seguridad del vagón, y que se han repetido cientos de veces por la televisión. En otro asiento otro inmigrante, miraba al vacío, sin poder mover ni moverse de su miedo…
También en el mes de octubre dos hermanos peruanos de 17 y 16 años fueron increpados por guardias de seguridad con insultos xenófobos, golpearon a uno de ellos acusándolos de la caída accidental de un panel publicitario…
Hace unos meses un marroquí denunció que fue agredido por dos vigilantes en la estación de Atocha; los miembros de una empresa de seguridad privada al escuchar que hablaba en árabe, lo atacaron por este inaudito sinsentido lingüístico….
Contemporáneamente a este hecho, una indigente angoleña que dormía en un vagón recibió dos impactos de bala tras forcejear con un vigilante de seguridad en la estación de Móstoles. La mujer resultó herida grave….
Dos muchachos subsaharianos desembarcados de pateras y que vendían copias de Cds (los “temibles” top manta) fueron atacados por un grupo de skin heads…
Un colombiano fue agredido brutalmente por cinco skin heads al grito de "viva España", en la localidad de Las Rozas, lo embistieron con un coche y luego lo apalearo provocandole la rotura de un brazo y otras heridas. Jaime denunció que la policía local le restó importancia y no recogió en el atestado alusión alguna ni a los grito racistas ni al atropello.
Y así se puede continuar a través de las miradas sobre las letras de los periódicos y las imágenes televisivas, como si los ojos se hubieran desprendido del rostro, del cuerpo, se hubieran acomodado aislados, solos, en la acera desde donde contemplan las escenas, sólo contemplan. En estudios de la imagen podemos encontrar una clasificación de miradas, y no es casual en modo alguno que la tipología clásica se basa en quién está mirando, además de la diferenciación excedida entre mirar y ver.
Ante los diversos actos de esta tragedia reverdecida del racismo y la xenofobia, parecería que todo se ve, se observa, desde una contemplación neutral, una mirada de maniquí, una mirada vacía. También se recurre a parapetarse en la cámara fotográfica, o en la filmadora, y, mirar entonces indirectamente y recibir –en un sentido literal- al ser transformado tan sólo en un objeto visual, y esto confiere la distancia, el desapego. La visión puede ser entonces sólo un accidente, una casualidad, donde no se requiere la intervención de los individuos, y puede continuarse en la dimensión social espectadora y voyerística, que explica en cierta medida, que hechos como los enunciados sigan repitiéndose ante testigos “solamente miradores”....
Continua en Codo a Codo
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